El cortometraje documental Un amor en rebeldía de Tania Claudia Castillo, ganador de la Camelina de Plata 2018, nos adentra a la historia de Yan María Yaoyólot, su lucha lesbofeminista y la resistencia desde el querer.
Por: Alma Franco – Colaboradora
¿Cómo era ser lesbiana en México en los 1980’s? Yan María Yaoyólotl Castro, artista y activista lesbofeminista mexicana, relata su experiencia en el cortometraje documental Un amor en rebeldía (2018) de Tania Claudia Castillo. En trece minutos, a través de una entrevista, fotos viejas y grabaciones de Yan María en sus actividades cotidianas y manifestándose, Castillo nos muestra un pedazo de la historia del movimiento lésbico en México, que es también la historia de un amor constantemente reprimido, rechazado y castigado, siempre en resistencia y rebelde.
Mientras Yan María se pone sus múltiples pulseras y su característico paliacate, nos invita a imaginar el momento en el que las lesbianas en la Ciudad de México salían a marchar utilizando capuchas por miedo a ser reconocidas y que las corrieran de sus trabajos o expulsaran de sus familias. Yan María habla de lo que era ser lesbiana en ese momento: sentir miedo y rechazo a sus sentimientos.
No ser aceptadas por sus familias, por otrxs, e incluso por ellas mismas, las llevaba al suicidio, a aislarse o a forzarse a contraer matrimonio con hombres. Yan María también cuenta sobre su vida, su niñez, su iniciación en el budismo, el propio rechazo que sufrió y sobre Oikabeth (por sus siglas en maya Movimiento de mujeres guerreras que abren camino y esparcen flores), el grupo que fundó y desde el que milita.
En tan poco tiempo conocemos una parte de la historia de Yan María, que es al mismo tiempo la historia de muchas otras lesbianas en México. Un amor en rebeldía es un retrato que contiene no sólo a Yan María y las personas de las que habla, sino también a todas aquellas lesbianas cuyas historias fueron apagadas, calladas o se perdieron a lo largo de los años, reviviéndolas por un instante. El documental da un salto en la parte final a la actualidad, donde la lucha de Yan María sigue viva. Cuando la vemos bailar, cantar y gritar, la sabemos libre y presente, desde el amor y el cuidado (desde Oikabeth, al dar asilo a mujeres expulsadas de sus casas y sus familias).
La frase de la canción con la que cierra es tal vez lo que engloba el corto y lo que más se queda conmigo: “el querer me da la fuerza”. Ésta es una historia que inicia y continúa gracias a que Yan María resiste desde el amor. Gracias a la lucha de activistas como ella, muchas cosas cambiaron para las lesbianas y feministas del presente, permitiendo que haya más historias como la suya. Que el amor siga dando la fuerza para ser rebelde.
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Imágenes: Cortesía de Tania Claudia Castillo, CUÓRUM Morelia
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