Por Alma Franco y Julieta Delgado
Fotografía: José Gudiño
Durante el tercer día del festival Cuórum de Morelia se llevó a cabo la premiación al mejor cortometraje en competencia en Cinépolis Centro. Los cortos en competencia fueron: Victoria, de Eloisa Diez; Soñé con Ana, de Luisa Urbina; El soplo del viento, de Pau Verdalet; Algo en común, de Marcela Ayala y Bárbara Ramírez; La espera, de Celina Yunuen Manuel; Los últimos recuerdos de Abril, de Nancy Cruz; Sigues aquí, de Andrea Hornedo; Llamar a la puerta, de Isabel Barajas, y Subamos juntas la montaña, de Dana Albicker Mendiola.
Sony Rangel, activista por los derechos de las personas trans e historiador de arte, junto con Mara Fortes, una de las fundadoras del festival, fueron lxs encargadxs de dirigir la premiación. Ambxs agradecieron la presencia de realizadores, participantes, miembros del jurado, colaboradores y público a quienes “el día de hoy reúnen muchas cosas, pero sobre todo compartir emociones a través del cine“.
Lo primero fue presentar al jurado conformado por Morganna Love, actriz y cantante de ópera; Ana Zamboni, coordinadora de proyectos de cine y arte; Enrique Torre Molina, activista LGBT+ y consultor de derechos humanos; Astrid Rondero y Fernanda Valadez, directoras, guionistas y productoras. De entre lxs jueces, Morganna Love y Enrique Torre Molina fueron lxs encargadxs de anunciar a lxs ganadorxs de la Camelina de Plata, el Premio del Público y una Mención Honorífica.
Que viva el cine hecho por mujeres y que viva el cine de la resistencia
Nancy Cruz
Morganna agradeció al festival por “dar voz a esta parte tan importante de la sociedad mexicana que somos las personas de la disidencia sexual” y expresó que tanto ella como el jurado se encontraban “gratamente sorprendidxs de que todas las directoras son mujeres”. Por su parte, Torre comentó que “Cuórum es un espacio que genera comunidad a nivel local, a nivel regional” y destacó que “cada vez más historias de diversidad sexual y de género son contadas desde nuestra perspectiva y nuestras voces; cuando uno ve una historia contada desde nuestra perspectiva, se nota”.
La mención honorífica fue otorgada a Los últimos recuerdos de Abril, de la directora Nancy Cruz. Dentro de los motivos por los cuales el jurado escogió este corto, Morganna y Torre mencionaron que se trata de “un retrato delicado del amor lésbico entre dos adolescentes “. A pesar de los nervios, Cruz dió unas palabras en agradecimiento: “Siento que Cuórum es un espacio muy importante de resistencia dentro de la comunidad. Fue muy bonito ver el resto de los cortometrajes, y que viva el cine hecho por mujeres y que viva el cine de la resistencia“.
Posteriormente, Alejandra Anguiano, representante de la Secretaría de la Mujer, dirigió un agradecimiento especial a las demás finalistas del Premio del Público, Dana Albicker (Subamos juntas la montaña) y Alex Reyes, protagonista de Victoria, en representación de Eloísa Diez. Anguiano expresó al respecto del Festival: “Creo que el cine, la cultura y el arte es el medio de expresión para resistir, para denunciar las violencias que nos atraviesan.”
Creo que el cine, la cultura y el arte es el medio de expresión para resistir, para denunciar las violencias que nos atraviesan
Eloísa Diez
La ceremonia continuó con el anuncio del Premio del Público, que fue otorgado a La Espera, de la directora Celina Manuel. Recibida entre vítores y felicitaciones, Manuel comentó que esperaba: “continuar viendo historias así de diversas.” Recalcó el cálido proceso de trabajo que conllevó la realización del corto y el papel fundamental que jugó su comunidad, Santa Fe de la Laguna, dentro del mismo.
Previo a la entrega de la Camelina de Plata, se invitó a la productora Lucía Carreras y a Ramón Ramírez, representante de Fundación Cinépolis, a decir unas palabras al respecto de la naturaleza del Festival. Carreras agradeció a Cuórum por generar espacios de diálogo en torno al cine, y lo reconoció como un espacio que “invita a la no diferencia por su propia esencia”. También recalcó en la importancia del reconocimiento a las cortometrajistas en competencia, pues “son las nuevas generaciones quienes tienen más que decir.” Por su parte, Ramírez comentó que Cinépolis como empresa “tiene una deuda con la inclusión de género”, y reiteró el apoyo de la institución a fomentar la continuidad de espacios como Cuórum.
Finalmente, Enrique Torre y Morganna Love otorgaron el premio de la Camelina de Plata a un trabajo “con cualidades narrativas y niveles de producción impecables que lo llevan a otro nivel”: Victoria, de Eloísa Diez.
La presea fue entregada a Alex Reyes, protagonista del cortometraje, al tiempo que Torre anunciaba los motivos del jurado para elegir este trabajo, el principal siendo que nos presenta con “un retrato destacado de un hombre trans, algo que no vemos comúnmente en un festival. Nos pareció un cortometraje que es retador en muchos sentidos pero que invita a la empatía”. Al respecto de esta acotación, se mencionaba que el cortometraje reta la percepción tradicional de los roles de género dentro de la pareja y de la familia.
Hay momentos duros que están retratados ahí, pero al final es una historia que baja la guardia para que conozcan a mi familia.
Alex Reyes
Torre continuó comentando que otro de los motivos por el cual se había decidido premiar a Victoria era que muestra a un hombre trans que está rodeado de cariño, que tiene una red de apoyo; rescató la importancia de “que veamos historias y narrativas sobre personas trans que nos muestren optimismo.”
Al aceptar el premio, Alex Reyes compartió su punto de vista sobre el arduo y largo proceso de filmación; “es una historia que llevó 5 años filmar. Hay momentos duros que están retratados ahí, pero al final es una historia que baja la guardia para que conozcan a mi familia.” También se proyectó un video de agradecimiento por parte de Eloísa Diez, quien lamentablemente no pudo estar presente en la ceremonia, pero reconoció a Cuórum como “un festival de mucha calidad humana y cálido en sí mismo“.
Al momento de cerrar, Sony Rangel tomó la palabra después de abrazar y felicitar a Alex Reyes, a quien agradeció especialmente por la valentía de contar y compartir su historia. Sony inició declarando que “este es un día histórico para los hombres trans mexicanos.” Hizo énfasis en las violencias e invisibilizaciones que ha atravesado por ser un hombre trans y no sentirse visible. Añadió que le gustaría que lo “vieran trans”, y en este sentido agradeció a Cuórum por “(abrir las puertas a) algo que no se había hecho antes, y es que haya tanta gente trans en la organización, en el jurado, dentro del comité de selección, y del público de un festival de cine. Gracias por hacer posible que haya tantas personas trans en este festival.”
Entre los aplausos, las lágrimas y los vítores de una sala llena, Sony finalizó recordando al público que las personas trans “Merecemos estar enojades, pero también merecemos compañía, abrazos y aplausos, muchos aplausos”.
Este es un día histórico para los hombres trans mexicanos
Sony Rangel