Por: Mara Fortes
Traducción: Diego Lizondo
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Hikari, oriunda de Osaka, es una de las cineastas japonesas que más ha captado la atención en este último tiempo a nivel mundial. Se formó en la disciplina de artes escénicas en la Universidad Estatal del Sur de Utah y posteriormente en cine y dirección en la Universidad del Sur de California en Estados Unidos.
En esta última casa de estudios, como proyecto de título dirigió el cortometraje Tsuyako (2011), ambientado en el Japón de la posguerra, en el cual narra la historia de amor homosexual de una mujer inspirada en la experiencia de su propia abuela. Este cortometraje ha sido proyectado en más de cien festivales por todo el mundo recibiendo decenas de premios. Tras su éxito, Hikari ha sido galardonada por diversas obras audiovisuales y su reconocimiento a nivel mundial en la industria del cine ha seguido creciendo.
En 2019 estrenó su ópera prima, 37 segundos, en el Festival de Berlín, donde recibió el Premio del Público de la sección Panorama de dicho festival, entre otros premios y nominaciones. 37 segundos nos presenta a Yuma, una tímida joven japonesa que sufre de parálisis cerebral y que se embarca en un viaje para convertirse en una artista de manga reconocida, experimentar su despertar sexual y llevar una vida independiente. Para ello, Yuma, en su silla de ruedas, debe sortear diversos obstáculos, desde una madre bien intencionada pero sobreprotectora, una jefa que se lleva todo el crédito de su trabajo creativo, hasta sus complejos internos que tienen que ver con su propia discapacidad.
La película ha tenido buena recepción de la crítica especializada, considerada “Un retrato imparcial y muy original de una auténtica heroína.” (Deborah Young: The Hollywood Reporter) y una cinta “Delicada e impactante, aunque no lo aparente (…) Con un ritmo fluido, muy bien filmada y editada, mezcla anime e ilustración con imágenes reales para contar la historia de una aspirante a artista que ansía la libertad” (Lisa Kennedy: Variety).
La programadora y fundadora de #CUÓRUM Morelia, Mara Fortes, se reunió con Hikari para recoger sus impresiones, motivaciones e inquietudes en esta película.
Mi objetivo era hacer una película sobre una chica que estaba tratando de encontrar la manera de hacer su vida, vivir la vida que siempre quiso tener. Y resulta que está en silla de ruedas
Mara Fortes: Para las personas que no saben mucho sobre cómo se llevó a cabo la película, ¿puedes guiarnos a través de ese proceso?
Hikari: ¡Claro! Realmente fue un largo viaje para ser honesta. Siempre me interesó la sexualidad y obviamente, los cuerpos femeninos. Pero, como ya sabes, las mujeres están muy reprimidas en nuestro país, y también las generaciones más jóvenes se han distanciado mucho en las relaciones reales porque las encuentran a través de Internet. Entonces comencé a entrevistar a algunas personas y entre ellas, encontré a un dibujante de cómics para adultos, y en ese proceso descubrí que muchas mujeres hacen cómics para adultos y pensé que eso era interesante.
Y a partir de eso tuve la oportunidad de entrevistar a Kumashino (Yoshihiko), el otro hombre en la silla de ruedas [en la película] a quien conocí hace cinco años y nos hicimos buenos amigos. En ese momento aprendí sobre la sexualidad y las necesidades sexuales en la comunidad de discapacitados y cuán desafiantes pueden ser ciertas cosas solamente para tener un estilo de vida regular. No me gusta la palabra “discapacitado”, así que diré “capacitado de manera diferente”.
Así, Kumashino me pidió que emprendiera un viaje de entrevistas, que hiciera un documental para él, que fuera a entrevistar a todas estas personas con algo que tuviera que ver con la sexualidad y con la comunidad de personas con capacidades diferentes. Pero luego, cuando llegué a Tokio, me di cuenta de que no veía personas con discapacidad en la ciudad. Y sabes que tienen que estar en algún lugar, pero quizá de alguna manera estaban escondidos. Y de mi encuentro con Kumashino aprendí que, para la mayoría de la gente con capacidades diferentes, es muy difícil vivir en Tokio, entonces más bien se quedan en casa y no salen a la calle.
Vivo en Los Ángeles, pero viajé a Japón cada vez que tuve oportunidad, y así comencé a entrevistar a diversas mujeres con discapacidad y, a través de ese proceso, pude entrevistar desde la madre que tiene hijos con una discapacidad hasta personas que sufrieron parálisis antes de nacer o después de nacer. Y eso se convirtió en la idea de esta película 37 segundos.
Pero mi objetivo era hacer una película sobre una chica que estaba tratando de encontrar la manera de hacer su vida, vivir la vida que siempre quiso tener. Y resulta que está en silla de ruedas. Mi objetivo siempre fue hacer una película sobre una chica y que la discapacidad forme parte de ella. En nuestra cultura no se ve mucha gente en silla de ruedas en las ciudades, así que también quería que la gente de nuestro país dijera: “Oye, sabes, nuestros amigos existen, y tal vez si los entendieras mejor– no tienes que ayudarlos 24/7, pero si pareciera que necesitan ayuda, está bien que ofrezcas tu apoyo y digas que estás ahí para ayudar”. Y esa fue mi forma de compartir la vida de las personas con discapacidad. Hice una película.
Como cineasta, es importante experimentar realmente lo que la protagonista está atravesando y de esa manera, tu punto de vista se ajusta al punto de vista de ella, y se convierte en una realidad
Y luego ¿cómo encontraste a tu actriz principal?
Mi equipo y yo decidimos acercarnos a cerca de mil organizaciones y grupos de Facebook, a Instagram y les enviamos mensajes diciendo “¡Tenemos audiciones! ¡Es una convocatoria abierta! Por favor, compartan con sus amigos en su página de Facebook y hágales saber a sus amigos sobre esto” y Mei (Kayama) encontró nuestro anuncio en Facebook, y decidió enviar sus fotos. Así es como la encontramos.
Estaba buscando a alguien que tuviera poco más de veinte años, pero en las fotos, ella (Kayama) parecía tener 13 ó 14 años. Así que dije “es demasiado joven”. Y cualquiera que quisiera hacer una audición, básicamente la dejábamos entrar y sin importar la discapacidad que tuvieran. Entonces vi a unas 50 personas que vinieron desde Osaka, Tokio, Nagoya, y algunas de las audiciones fueron también a través de Skype. Porque algunas personas no podían salir de la casa y luego, sí, llegó ella. Fue la última persona en venir a la audición.
Algo que realmente llama la atención de la película es cómo se mantiene muy fiel al punto de vista de alguien que tiene que navegar por el mundo en silla de ruedas, especialmente las secuencias de la vida nocturna. El tener que situarse en ese punto de vista, ¿inspiró un enfoque diferente a la producción y el rodaje de la película o cambió algo en la dinámica con el equipo?
Sí, incluso antes de comenzar el proceso de audición, casi un año antes de preparar el rodaje, usé la vieja silla de ruedas de mi abuela, recorrí la ciudad de Osaka; no funcionó muy bien porque una de las ruedas estaba rota. Entonces tuve que alquilar una, y literalmente fui de Osaka a Tokio, para ver lo que era estar en una silla de ruedas, navegando por la ciudad y fue muy desafiante.
En Osaka ves cómo la gente te trata de manera diferente. La gente es muy amable, así que si te quedas atascado, en unos 30 segundos, tienes a todas estas personas, desde mujeres mayores hasta niños pequeños tratando de ayudarte. Pero cuando vas a Tokio, NADIE.
Casi un año antes de preparar el rodaje, usé la vieja silla de ruedas de mi abuela, recorrí la ciudad de Osaka
Y así, cuando estaba en Tokio, me sentía muy aislada, a pesar de que estaba entre miles de personas en un tren, y la gente me miraba con cara de “¿por qué estás aquí?” Entonces, cuando estaba escribiendo el guion fue muy importante para mí incluir esa experiencia, lo que se siente estar en la silla de ruedas moviéndose por la ciudad.
Luego, cuando encontramos la casa, me senté en unasilla de ruedas tratando de ver cuál era su nivel, la altura de sus ojos y cómo era vivir así. Como cineasta, es importante experimentar realmente lo que la protagonista está atravesando y de esa manera, tu punto de vista se ajusta al punto de vista de ella, y se convierte en una realidad.
Quería asegurarme de que el público pudiera entender de dónde viene (la protagonista), lo que ve todos los días, cada momento, y lo que siente cuando su madre le quita la ropa, le saca la ropa. Al cambiar las posiciones de la cámara, entrando con ésta lentamente, sentimos como si estuviéramos con ella, experimentando lo que ella está presenciando, la vida nocturna, y todo. Entonces, la posición de la cámara fue muy importante para mí al hacer esta película.
¿Hay algo que hayas descubierto sobre tu propia película al verla a través de los ojos del público? ¿O quizás algunas reacciones inesperadas que te hicieron ver tu propia película de otra manera?
Bueno, comenzamos en Berlín y fuimos a Egipto, Canadá, Toronto, y tantos lugares diferentes. Pero obtuvimos las mismas reacciones en casi todos los lugares, todos se rieron en el mismo momento y todos lloraron en el mismo momento, y ya sabes, dependiendo de cuán conectado estés con el material, la gente comienza a llorar después de 20 minutos y no para.
Supongo que la parte que me sorprendió más fue que la gente está descubriendo más sobre la comunidad, mucho más de lo que anticipaba originalmente. Porque, yo crecí en una comunidad con personas con capacidades diferentes, y tenía muchos amigos que eran autistas. Pero mucha gente, especialmente en mi país, no sabía mucho sobre eso, a pesar de que nuestro país es tan pequeño. Entonces, cuando miro algunas de las críticas, me complace mucho que la gente esté aprendiendo sobre la comunidad, sus necesidades sexuales, etc.
Escucho al público en Japón, África, Etiopía, en México y en todos los demás lugares dijeron: “No tengo ninguna discapacidad, ¡pero mi madre era exactamente así!”
Ya conoces la película, pero el guion se ajustó bastante. Nuestro guion original tenía mucha más información, la historia de fondo del personaje de Mei, o la del cuidador. Pero luego, cuando filmamos y juntamos todo el material, el primer corte duraba tres horas. Así que teníamos que acortarlo de alguna manera. Y sabes que parte de esto es que Mei, la actriz principal, habla con mucha suavidad y delicadeza, y hay un ritmo que queríamos seguir. Y eso fue una gran parte de este proceso, pero realmente quería respetar la forma en la que hablaba, y no quería apresurarme en nada, así que sacamos algunos de los momentos que sobraban. Necesitaba que ella se embarcara en este viaje y luego la llevara a donde tenía que ir.
También está la relación entre ella y la madre que retratas en 37 segundos, es — tierna pero también muy íntima la forma en la que representas la relación, porque puedes entender a la madre, pero también sientes el anhelo de libertad del personaje de Yuma ¿Cómo fue dirigirlas a ambas y cómo creaste esta intimidad?
Durante mucho tiempo dudé sobre a quién pertenecía esta historia. Obviamente es la historia de la protagonista Yuma (Mei), pero luego está la madre que es inseparable, y eso es algo que aprendí al entrevistar a madres que tienen hijas e hijos con discapacidad. Las madres son mucho más protectoras porque algunas de ellas sienten que es su culpa, y no lo es. Es sólo la vida y la circunstancia, y eso es algo que yo quería transmitir, darle un mensaje a esa madre: “no es tu culpa, está bien dejar ir a tu hija o hijo porque necesitan un espacio para crecer. Y si estás allí 24/7 crees que te necesitan, pero a veces no necesitan tu ayuda, ¿sabes? Deja que jueguen y exploren sus vidas”.
Y entonces, en la edición incluso, intentamos averiguar cuál era el equilibrio perfecto. Podríamos haber hecho la película aún más descabellada, pero creo que lo que hicimos fue suficiente para mostrar cuán cariñosa es la madre. Pero nuevamente, es interesante porque escucho a amigos y al público en Japón, África, Etiopía, en México y en todos los demás lugares dijeron: “No tengo ninguna discapacidad, ¡pero mi madre era exactamente así!”
Actualmente, la película 37 segundos se encuentra disponible en la plataforma Netflix.
Ficha de la película
Escrita y dirigida por: Hikari
Producción: Yamaguchi Shin y Hikari
Reparto: Kayama Mei, Kanno Misuzu, Daitō Shunsuke, Watanabe Makiko, Kumashino Yoshihiko, Hagiwara Minori, Itaya Yuka
Cinematografía: Stephen Blahut, Ezaki Tomoo
Edición: Thomas A. Krueger
País de origen: Japón
Año: 2019
Duración: 115 minutos
Sitio web oficial: http://37seconds.jp/
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Imágenes: IMDb