Oso Polar (2017) ganó el premio a Mejor Largometraje Mexicano en el XV FICM y hoy es parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine Curazao de Rotterdam que se llevará a cabo del 11 al 15 de abril de presente año.
Esta película, la primera mexicana en ser filmada con un iPhone, puede enmarcarse dentro del género de las road movie o el terror psicológico. Escrita, producida y dirigida por Marcelo Tobar, Oso Polar nos invita a reflexionar sobre temas de gran trascendencia en la actualidad como el bullying, la discriminación, la represión y el rechazo a aquello que es distinto a lo que la sociedad marca como “normal”.
“Yo le llamo cine guerrilla: cine que se hace de manera independiente y que está relegado en los márgenes“
Este filme denuncia cómo la homofobia es una problema cultural que se manifiesta en todas las clases sociales en México. Según lo dijo Tobar en una entrevista con Silvestre López Portillo: “Esta película trata sobre la venganza ante el bullying sufrido en la infancia. Ir a una reunión generacional es una terapia de grupo muy intensa y muy cañona (…) Todos podemos identificarnos con ese sentimiento de querer golpear a quienes nos bullearon de niños. Pero era necesario contar esta parte de una manera justa (…) Todo el mundo tiene su visión de las cosas. No hay buenos ni malos. Los mismos bullies son buleados.” Añadió que todos los personajes tienen deseo a pertenecer: “La religión es un nicho que, si estás abierto, te chupa y eso es lo que le sucede al protagonista“.
En Oso Polar, tres ex compañeros de primaria se reencuentran para asistir a una reunión de generación cuya sede se ubica al otro lado de la enorme Ciudad de México. Heriberto (Humberto Busto) decide recoger a Flor (Verónica Toussaint) y a Trujillo (Christian Magaloni), a quienes no ve desde hace años. Durante el trayecto, ambos recuerdan las “divertidas” pero crueles bromas con las que acosaban a Heriberto debido a su incipiente homosexualidad. A través del desarrollo de esta historia, las situaciones se van haciendo cada vez más tensas hasta terminar inmersas en una trama vertiginosa donde conviven la venganza y el perdón.
“No hay pretexto para no filmar”
Humberto Busto, el actor protagónico, recibió una mención honorífica en el Festival Internacional de Cine de Morelia por su excelente interpretación en este film. En una entrevista con Gonzalo Lira de Cinema Móvil, el actor afirma que “El punch que tiene esta película es justamente hacer una disección sobre esta capacidad o la poca capacidad que tenemos para evolucionar, para crecer. En donde claro, sí, todos tenemos ese deseo de que ocurra, pero en la realidad no sucede de la misma manera“.
El rodaje de Oso polar fue posible gracias a que su director se atrevió a buscar atrevidas soluciones para solventar la falta de recursos. En una entrevista con Vicente Gutiérrez para El Economista, el director explicó: “Yo le llamo “cine guerrilla”: cine que se hace de manera independiente y que está relegado en los márgenes. Y uno de los mayores retos fue que no teníamos ningún referente cuando en 2014 comencé a escribir el guion. Ya cuando salió Tangerine (Sean Baker, 2015) supe que no estaba tan loco. También queríamos que no se viera como un videohome; pero al filmar con un iPhone fue más sencillo entrar en lugares donde con otro tipo de cámaras no llegarías. La gente interactuaba sin saber que estaba en una película y todo eso te da una naturalidad”.
“Una trama vertiginosa donde conviven la venganza y el perdón”
Esta película no contó con ningún apoyo oficial. Los poco más de doscientos mil pesos se consiguieron mediante una fondeadora en la que apoyaron 124 personas, además de las aportaciones del propio director: “No hay pretexto para no filmar” afirmó Tobar.
Fuentes: El Economista; Cinema Movil; Tv UDLAP; Facebook @osopolarpelicula; IMDb; Reporte Indigo.
/ SA