Tras su exitoso paso por importantes certámenes cinematográficos, “Mi Novia es la Revolución”, el cuarto largometraje de ficción de Marcelino Islas (“La Caridad”, 2015), que clausuró la 8ª edición de Cuórum Morelia, finalmente ha estrenado en diversas salas del Valle de México. Esta obra destaca por características distintivas que la identifican como una creación del autor, como el fortalecimiento progresivo de sus elencos y la representación de la clase media urbana mexicana como eje central.
La película ofrece una visión fresca y original que revitaliza los argumentos ficticios del cine independiente mexicano. Su elenco variado incluye el debut de una protagonista poderosa, Sofía Islas, cuya interpretación es respaldada por Ana Valeria Becerril (reconocida por su papel en “Las hijas de Abril”), junto a Verónica Langer, Martha Claudia Moreno y la última aparición en pantalla de Magda Vizcaíno.
Aunque el tema pueda resultar familiar, la dirección de actores y el tratamiento del guion aportan una originalidad distintiva en esta ocasión. La clase media retratada, desde su cotidianidad hasta su casi hastío, refleja la incapacidad de reaccionar ante las realidades sociales del convulso México de 1994, evocando el estilo de obras como “Temporada de Patos” de Fernando Eimbcke, donde, a pesar de aparentar calma, la tensión está siempre presente.
Este contexto caótico deja una marca profunda en una clase media desencantada con las promesas del primer mundo. Se vislumbra la accesibilidad a través de la “fayuca”, pero las reacciones no son las esperadas, sino más bien reveladoras de la inconformidad y el deseo de rebelarse.
La película explora momentos de rebelión, como los actos vandálicos, justificados por la esperanza de un futuro mejor. Aborda temas como el primer amor, la decepción y las promesas incumplidas, pero también vislumbra oportunidades de mejora, como los quince años de ensueño.
En la filmografía de Marcelino Islas, con la producción de Aida Herrerías, se revelan mundos mucho más complejos de lo que podríamos haber imaginado. Explora diversas formas de expresar la complejidad de las acciones humanas en búsqueda de liberación, aunque el propósito final queda abierto a interpretaciones. En las obras de Islas, no se ofrece una respuesta única, sino un panorama autónomo y cada vez más completo de una clase social al borde de la ebullición, cuyas aspiraciones forman parte de un proyecto mayor que ellos mismos.
Consulta horarios en @minoviaeslarevolucionfilm