Jorge Sistos: narrativas en deconstrucción

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Por: Antonio Álvarez

La oscuridad es el más reciente cortometraje del michoacano Jorge Sistos Moreno (Celebr8, 2018) quien actualmente radica en Estados Unidos donde realiza un posgrado de narrativa cinematográfica en la prestigiosa Universidad de Nueva York (NYU).

Seleccionado en la más reciente competencia de cortometraje del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), narra la historia de Marina (Ixchel Flores Machorro), cuando su cuerpo violentado emerge de un lago en la oscuridad para regresar lentamente a la escuela primaria donde trabajaba transitando por los paisajes y la luz característica del estado de Michoacán.

“Quise contar esta historia por una necesidad emocional. Tuve la oportunidad de colaborar para AJ+ Español como editor de contenido de video. Me tocó colaborar con un grupo de mujeres feministas con las que aprendí a deconstruir mi masculinidad. Ellas tenían un proyecto contra la violencia machista en Latinoamérica conformada por testimonios de mujeres sobrevivientes de violencia y abuso sexual. Trabajar como editor de estos contenidos me metió la espinita de abordar los feminicidios”, platica con nosotros vía videoconferencia.

Mis trabajos los tomo como ensayos para poder llegar a lo personal

Jorge Sistos
Ixchel Flores Machorro y Jorge Sistos

En la Universidad de Nueva York, ha aprendido a trabajar con narrativas que se alejan de la tradición del melodrama y desde donde ha deconstruido su trabajo como cineastas más allá de la intencionalidad que hay por ser un espejo fiel de la realidad. “La escuela estadounidense está muy centrada en el desarrollo de personajes. En México ha tenido que ver con el desarrollo de situaciones o con tocar ciertos temas o contextos. Está parte es necesaria pero también hay que trabajar en la lógica narrativa. Para dramatizar tenemos que reaprender a sentir desde otras interpretaciones”. 

Siento que hoy el cine está siendo un ejercicio, hay cineastas que están hablando desde lo más personal. Como estas historias de coming of age. En mis proyectos navego entre la primera y la tercera persona pero con cierta distancia. Me tomó el permiso de mostrar algo y de ocultar otras cosas o de sugerirlas. Está la cuestión del male gaze pero también está nuestra cuestión de clase. La cuestión no es si soy digno para tocar cierto tema sino qué distancia voy a tomar respecto a ello. Mis trabajos los tomo como ensayos para poder llegar a lo personal”

Sus anteriores trabajos han destacado por mirar el deseo, la identidad, la migración, desde las búsqueda formalistas y la experiencia personal de experimentar con la ficción llevando su narrativa personal de deconstrucción masculina y apropiación de los feminismos a una narrativa de preocupaciones globales. “Cuestiones como las disidencias sexuales, han sido influidas por las tradiciones. Nací y crecí en Morelia, una ciudad donde confluyen dos alas muy importantes de la historia de México, la conservadora y la liberal. Eso se puede ver en mi trabajo. La cuestión que tiene que ver con la identidad, en este caso la sexual, tiene que ver con permitirte sentir más, construir algo para emocionarnos. En esta cuestión autoral, se está perdiendo esta imagen autoritaria del director en el set y lo que se está ganando es ver al cine como un trabajo más”.

En La oscuridad mis compañeros de posgrado me decían que la luz les sorprendía por lo distinta que es en Michoacán

Jorge Sistos
Fotograma de La oscuridad

“Me doy cuenta que regreso a los mismos lugares. Uno escribe y vuelve a escribir la película pero de distintas maneras. Hay que rascar en la memoria de uno mismo, en la familia, en lo que te rodeó. A veces hay lugares en los que mucha gente no ha llegado y se podrían sorprender. En La oscuridad mis compañeros de posgrado me decían que la luz les sorprendía por lo distinta que es en Michoacán. Finalmente es una parte del mundo que no se ha visto retratada tanto”. 

En su práctica formalista que ha convertido en reflexión de su propio trabajo, ha establecido sus propias reglas que no considera prohibitivas sino que lo hacen enmarcarse en la justificación y a la vez en el cuestionamiento de su trabajo como director de ficción frente a lo que decide incluir en su puesta en cámara. “Hay algo que me interesa mucho de las cosas que se ven y las que no se ven. Eso es parte de ser humanos y eso me interesa. En La oscuridad quise abordar este tema de los feminicidios y me puse reglas como director como no poner a una mujer en una situación de violencia. Uno se impone ciertas cosas sin tener que prohibir nada. En este caso fue ver cuáles eran mis limitaciones para hablar de estos temas. El territorio donde no me voy a meter. Eso ya se está empezando a discutir. Mi propio proceso como realizador me ha ido mostrando mi propia evolución”. 

En su carrera ha admirado el trabajo de cineastas como Julián Hernández, quien ha abierto camino no solo al cine con temáticas sobre disidencias sexuales, sino a una deconstrucción formal que a la vez lo ha caracterizado como autor. “Hablando de Julián Hernández, tiene un lenguaje cinematográfico de alto nivel, complejo y trabajado. Tiene a colaboradores con los que trabaja constantemente y que identifican su universo. Muy injustamente se dan ciertas denominaciones como esta categoría de ‘cine lgbt’, y entonces muchas personas se han perdido de su obra. Él ha sido uno de los directores más destacados del cine contemporáneo mexicano que nos ha hecho cuestionar nuestras propias narrativas y experiencias y así nos ha inspirado a derribar los arquetipos masculinos”. 

Estamos trabajando en nuestra deconstrucción. Tenemos que probar algo distinto.

Jorge Sistos
Arte para La oscuridad

En medio de los cambios drásticos que sufren los fondos para producción en México, Sistos cuestiona que estos fondos sean dados a personas que han sido apoyados frecuentemente. “Es preocupante lo que está pasando con los fondos en México, pero en mi opinión los fondos deberían ser solo para primeras y segundas obras. Hay cineastas que llevan siete proyectos apoyados por los mismos fondos y hay otros cineastas que llevan esperando mucho tiempo. Si son apoyos del gobierno y está el argumento de que el cine es cultura, y por eso se le apoya, pero también entra el debate de quién dice qué es y qué no es cultura”. 

Si bien se viven momentos inciertos por la COVID-19, hay una crisis común que vive el cine constantemente como la falta de inclusión. Desde su posición como creador, busca abrir la puerta a que más personas puedan trabajar en el cine. “Vivimos en un país donde no se han escuchado muchas voces. Nosotros como realizadores que tenemos muchos privilegios tenemos que abrir otras ventanas para que más personas puedan acceder a la industria. Necesitamos ver la obra de los demás, de las personas que también están empezando. Vamos a mejorar cuando podamos abrirnos y dejar de lado el ego. Cuestionarnos cómo podemos mejorar en un oficio tan universal como es el cine”.

A Jorge Sistos podemos definirlo, sin afán de etiquetarlo, como un realizador aportando nuevas miradas hacia la ficción de cine en México. Una ficción que deconstruye desde su propia redefinición como hombre cis pero sin dejar de lado el camino que le queda por seguir aprendiendo del uso del lenguaje cinematográfico como una herramienta para contar historias que presenten problemáticas tan inquietantes como los feminicidios pero desde la distancia con la que propone hacer ficción. “Hacer ficción parece que es lo opuesto a lo ideal que tendríamos que hacer hoy. Estamos trabajando en nuestra deconstrucción. Tenemos que probar algo distinto. Al menos aquí en esta pequeña historia pasó algo distinto. La ficción trata sobre las imposibilidades. No solo de que la realidad sea terrible y no hay nada más que sacar de ello. México siempre ha estado en conflicto. Lo que nos queda es estar al día. El realizar cine es seguir ciertos pasos y de cierta manera cualquier persona puede lograrlo.”

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Imágenes: Cortesía de Jorge Sistos

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